Existen numerosos tipos de instalaciones químicas donde es más fácil que una reacción química indeseada ocasione un aumento incontrolado de la presión, que no puede permitirse: pensemos en los circuitos de reacción de hidrogenación e hidrodesulfuración, a los chillers, a los intercambiadores de calor. Se trata de una aplicación clásica y ampliamente consolidada de los discos de ruptura.
En este tipo de aplicaciones, donde es necesario que el disco pueda soportar presiones de ejercicio muy cercadas a la cual debe romperse realmente, los modelos más indicados son, sin lugar a dudas, aquellos reverse, como el modelo SCR y Y90, cuya construcción particular les otorga el necesario margen operativo elevado.